“Todo fluye, nada permanece”. Heráclito.
Muchas veces nos pasamos el tiempo tratando de que las cosas se den como
queremos. Eso no está mal, pero es importante comprender que, tarde o temprano,
las mejores cosas ocurren de manera espontáneas.
A veces nos desesperamos y forzamos algo para que los resultados se vean a
corto plazo. Pero por más que queramos adelantar o retrasar las horas, eso es
una pura ilusión. El tiempo pasa y se encarga de poner las cosas en su debido
lugar.
Está bien que luchemos por alcanzar una meta o un objetivo: todos tenemos el
mismo derecho. Pero en la medida en que dejemos que ciertas cosas se tomen su
debido tiempo, es entonces cuando estamos preparados para aprovecharlas.
“Lo que pasó, tenía que pasar. Lo que se fue, tenía que
irse. Lo que viene, tiene que suceder”. Ismael Mejía.
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