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jueves, 6 de mayo de 2010

La Corrupción

Por medio de un análisis ontológico podemos descomponer o desdoblar la naturaleza de este mal que aqueja nuestra sociedad desde sus orígenes. Este análisis puede venir tanto de lo general hacia lo particular, como desde lo particular hacia lo general, como desde lo fundamental hacia la complejidad.
Ontológicamente buscaremos la razón de ser de la corrupción partiendo de la sinergia de cada una de sus causas:El tráfico de influencia debe ser analizado como un producto de un mercado, el mercado del aseguramiento ante provisiones escasas. Si fuera fácil conseguir lo que necesitamos cada día, la gente no pagaría para que sea más fácil, lo que demuestra que la escasez sigue siendo la causa principal del mercado de ese producto llamado tráfico de influencia. Así mismo, si todo el mundo tuviese acceso a los recursos que son escasos, no fuese necesario que quien los administra demuestre sus preferencias con sus familiares, amigos y simpatizantes. Tampoco fuese necesario que se convierta en un poder de negociación el lograr afectar en algún grado la forma en que los procesos de distribución funcionaran. En síntesis, es el mal desempeño económico de las instituciones y países lo que cimenta la corrupción. Porque se define como economía la ciencia que persigue solucionar los problemas que surgen de la escasez en los procesos de distribución de riquezas, recursos, bienes y servicios.
La corrupción de tipo administrativa desaparecería en gran parte si se resuelve la escasez, dando lugar sólo a la corrupción de tipo patológico psiquiátrica.
Si evaluamos la causa fundamental de la falta de valores humanos que muchas veces da paso a conductas corruptas; encontramos que estos valores deben venir por ejemplos que recibe el niño de sus mayores en los lugares que frecuenta, como son en especial su hogar y la escuela. Pero estos malos ejemplos que el niño recibe vienen de las licencias que los mayores se permiten para enfrentar una vida muy dura basada en el escaseo como norma en la dificultosa vida humana. Sólo cuando se vive a punta de sueldos de miseria, o de ningún sueldo, se puede entender a ciencia cierta las ideas que pasan por la mente de quien no tiene educación y peor aún de quien no tiene educación en valores.
Primero existe quien se hace de la vista gorda para resolver su problema de escasez, y luego crece bajo su sombra quien no tiene conciencia social del daño que crea al actuar en forma corrupta. Como diría el burgo: “la pobreza tiene cara de hereje”. Pero aún más, la pobreza en valores; producto de la pobreza de contenidos y de seguimientos adecuados al proceso educativo.
El desconocimiento legal es también parte de esa mala gestión educativa y de la conciencia social en nuestros alumnos. Por otro lado, cuando entregamos a esta sociedad un nuevo adulto sin la formación adecuada tanto en lo académico, como en los valores humanos, como en su conciencia social, solo obtenemos una persona sin herramientas para enfrentar la escasez; estamos entregando a la sociedad alguien que sucumbirá a la brevedad ante las tentaciones del destino. Sólo es cuestión de tiempo para que se muestre el delincuente que hemos formado en él, no el que es, porque en potencia, todos somos lo que nuestro medio pondrá en nosotros.Siempre que enfrentemos a un ser desvalido con un enorme monstruo como lo es la escasez y las dificultades de la pobreza, sólo podemos esperar dos reacciones posibles: la del temor como efecto de una muy baja autoestima, o la reacción aguerrida que tipifica a los peores delincuentes.
Somos nosotros mismos como, sociedad moderna, quienes tenemos la responsabilidad sobre estos seres que operan al margen de la ley. Hemos logrado que ser pobres ricos sea tan difícil e imposible, que las masas han terminado por crear, con pragmáticas razones, el paradigma distorsionado, negativo y consumista del materialismo y las ambiciones personales. Es una percepción generalizada que quien tiene dinero lo resuelve todo, esto conlleva a que la gente busque en forma desmedida y ciega la obtención de dinero en cantidades ilimitadas.
Huyendo de las dificultades de la escasez y de las limitaciones de la pobreza, mucha gente cae en las conductas corruptas; esto es incluyendo a los empleados del servicio público; como lo es por ejemplo, el sistema judicial: que como humanos son también un producto que resulta de la maquinaria formativa o educativa ineficiente de esta sociedad.
En síntesis, solo hay una causa primaria para la corrupción, y es la escasez, pero la causa aparente y general es la falta de educación y de formación integral de las personas que nacen y viven en las diversas sociedades humanas. Por tanto, si no podemos resolver el problema de la escasez, debemos concentrarnos con mucho mayor ahínco en el resolver el problema de convertir nuestro proceso de educación en útil, en un proceso basado en propiciar educación integral.
Ayer estuve por casualidad esperando a mi esposa que fue a realizar un trámite en una escuela pública; y gracias a Dios unos alumnos que dialogaban no percibieron mi presencia hasta que fue hora de irme. El tema del cual hablaban era de los pocos resultados que daba la educación y el estudiar, y que por tanto lo que era viable es dedicarse a la delincuencia. Era un dialogo encarnecido de dos delincuentes vestidos de alumnos, convenciendo a un tercer alumno también sobre las razones para convertirse en un delincuente.
Definitivamente, el ser humano no fue hecho para vivir en la escasez, y mucho menos para no tener esperanza. Y si algo es detonador de la esperanza en las personas es una educación integral. En la anécdota anterior, puedo imaginarme a los padres de estos niños, en especial al que estaba tratando de defender los beneficios de la educación. Imagino a los padres de estos niños viniendo de un duro día de aguantar todo tipo de vejaciones de la oligarquía, para llevar una funda de pan a sus hogares, y sobre todo pensando que a esa hora sus niños estaban en un lugar de donde saldrían como hombres de bien para esta sociedad y para el mundo. Qué ironía del destino de los hijos del pobre! Quién podrá ayudarles?
En mi blog, y en mi libro (“Lo que los pobres quieren saber”), he planteado una solución definitiva a la escasez, y por tanto invito al lector a leer e investigar, confirmar y validar el carácter sostenible, constatable y viable de mi propuesta. Una vez dado un paso como ese es más fácil poner en marcha con éxito los demás sistemas de una sociedad, porque contando con la viabilidad financiera en cada sistema es más fácil operarlos.
Lic. José Manuel Fernández Núñez
Abogado, Estratega, Escritor y Pensador.
Santo Domingo, Rep. Dominicana.